Cuidados: No exponer a objetos filosos. Evita frotar excesivamente. Mantenimiento: Usar un cepillo de cerdas suaves sobre la piel de mantarraya para eliminar el polvo. Sobre la piel de bovino, limpiar con un paño suave y ligeramente húmedo (con agua limpia). Dejar secar y después usar una esponja lustradora de piel.