Cuando pensamos en el verano, solemos imaginar prendas ligeras, colores neutros y looks minimalistas. Pero esta temporada, las reglas cambian. La superposición de capas, una técnica clave del maximalismo, nos invita a jugar con texturas, estampados y, sobre todo, con la superposición de capas, incluso en los meses más cálidos. En este blog te hablaremos más a detalle sobre esta tendencia, la forma correcta de combinarla y los errores que debes evitar a la hora de usarla.
¿Qué es el maximalismo?
Este sin duda puede definirse como una tendencia con base en lo extravagante, aplicando el término de “más es más”, al ser una tendencia que permite la combinación de diferentes materiales, estampados y tonalidades.
El arte de mezclar sin exceso: prendas clave
El secreto del layering de verano está en combinar piezas ligeras con sentido estético, sin perder frescura. Prendas como chalecos, blusas, faldas o pantalones fluidos se convierten en la base perfecta para construir looks en capas que respiran elegancia. En conjunto con piezas que elevan cualquier conjunto: calzado con texturas o acabados contrastantes, cinturones con detalles artesanales, y bolsos de piel que suman dimensión sin recargar.
Texturas y contrastes
El maximalismo veraniego no es solo cuestión de cantidad, sino de calidad. Jugar con contrastes entre tejidos gruesos y ligeros, suaves y rugosos, o mate y brillantes, le dará a tu look profundidad y estilo.
Por ejemplo, combina una camisola o chaleco de piel con una prenda inferior ligera y resalta el look con unas botas de piel genuina para añadir un toque de dinamismo.
Colores vibrantes.
Atrévete con combinaciones inesperadas: coral y café, lavanda y rojo, verde olivo con dorado. El color se convierte en un aliado para lograr ese efecto maximalista que no abruma, pero sí impacta.
Opta por complementos en tonos neutros para mantener la armonía del conjunto y aportar un aire de sobriedad elegante
Errores comunes al usar el estilo maximalismo
1.-No tener un punto focal
Mezclar demasiados elementos llamativos sin una pieza que lidere el outfit puede hacer que el look se vea saturado y sin dirección visual.
2. Ignorar la paleta de colores
Aunque el maximalismo permite jugar con muchos tonos, usar colores que no armonizan entre sí puede hacer que el conjunto luzca desordenado o caótico.
3. Combinar texturas sin equilibrio
Es decir, la piel, lentejuelas y terciopelo pueden convivir en un mismo look, pero sin una base neutra o una estructura clara, el resultado puede ser excesivo.
4. Abusar de los accesorios
El maximalismo no significa usar todos los accesorios disponibles. Exagerar con collares, aretes, cinturones, bolsos y sombreros al mismo tiempo puede opacar incluso las prendas más destacadas.
5. Descuidar la silueta
Llevar prendas voluminosas sin considerar el equilibrio corporal puede hacer que el look pierda forma. Es importante mantener una silueta favorecedora, aunque el estilo sea recargado.
Esta tendencia no busca seguir reglas estrictas, sino abrir espacio a la experimentación. La superposición y el maximalismo son una expresión personal, una forma de mostrar múltiples capas de tu estilo. Encuentra en Cuadra esas piezas clave que equilibran audacia y sofisticación.