La piel genuina de mantarraya es una de nuestras pieles más exclusivas. Esta icónica piel se caracteriza por su textura y su brillante color. Generalmente en el centro podemos apreciar una marca blanca, lo cual le brinda carácter y elegancia.
La piel de mantarraya, al ser una piel resistente y muy vistosa, es usada para hacer todo tipo de productos; desde calzado, hasta accesorios, aplicaciones en prendas, en joyería, entre otros. Hoy te enseñaremos cómo puedes darle mantenimiento a tus productos en piel de mantarraya para que luzcan como nuevos.
Cepíllalos
Podrás notar que la piel de mantarraya tiene pequeñas bolitas prominentes; esta es la textura natural, en muchas ocasiones podrás encontrarla pulida. Entre estos pequeños brotes hay recovecos muy estrechos en los que las fibras de una franela o un paño no alcanzan a llegar. Para esto es ideal usar un cepillo de cerdas suaves que ayude a eliminar el polvo y suciedad.
Límpialos
Una vez que cepillaste la piel, usa un paño o franela ligeramente húmedo para eliminar cualquier rastro restante de suciedad. Recuerda que no debes de mojar la piel, el exceso de agua podría provocar que la piel se dañe o se acumule humedad.
Déjalos como nuevos
En muchos de nuestros productos combinamos la piel de mantarraya con alguna otra piel generalmente piel de bovino. Para que la piel de bovino sea igual de brillante que la piel de mantarraya puedes darle color con nuestra crema neutra o cremas al color.
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